La construcción de un pozo de 50 metros de profundidad y un tanque de almacenamiento de 10.000 litros, garantiza el acceso continuo y seguro al agua potable y ha logrado un impacto significativo en la calidad de vida de la población dePitiké, Kablaké y los campamentos cercanos, reduciendo las enfermedades relacionadas con el consumo de agua contaminada. El mantenimiento del equipo,supervisado por el comité local de gestión de la bomba, no solo asegura el correcto funcionamiento del sistema, sino que también fortalece la participación comunitaria y garantiza la sostenibilidad del proyecto en el tiempo, beneficiando a generaciones futuras.